Diseñada para utilizar la fuerza centrífuga que se genera en los movimientos de rotación, con la finalidad de separar los elementos constituyentes de una mezcla, te hablaremos hoy de la centrifuga y como tenerla en buen funcionamiento. Existe una amplia variedad de centrífugas para poder atender necesidades específicas de la industria y la investigación. Siendo tan variada, en este blog nos enfocaremos en analizar las centrífugas de pie que normalmente son utilizadas por laboratorios clínicos y de salud pública.
Como sabemos la centrifuga, se ha diseñado para utilizar la fuerza generada cuando un objeto rota alrededor de un punto central, también conocido como fuerza centrífuga, para separar sólidos suspendidos en un medio liquido por sedimentación o para separar líquidos de diferente densidad en un mismo medio. En el laboratorio son utilizadas generalmente en procesos de separación por sedimentación de compuestos sólidos de líquidos biológicos y, particularmente, en la separación de los componentes de la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos, plasma y plaquetas, entre otros, así como la realización de pruebas y tratamientos para las muestras obtenidas.
Antes de adentrarnos al mantenimiento básico de la centrifuga, es necesario primero conocer sus componentes, y aquí te mencionaremos los componentes de la centrifuga comúnmente usada en laboratorios de análisis clínicos. Sus componentes más importantes son:
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Teniendo en cuenta sus componentes básicos, podemos centrarnos en saber cómo darle un mantenimiento adecuado. Las rutinas de mantenimiento que requiere una centrífuga dependen de múltiples factores, tales como la tecnología incorporada, la intensidad de uso, la capacitación de los usuarios, la calidad de la alimentación eléctrica y las condiciones del ambiente donde se encuentra instalada, esto para la adecuada utilización y las rutinas de mantenimiento más comunes para garantizar una correcta operación. Importante las rutinas o reparaciones especializadas dependerán de las recomendaciones que, para cada marca y modelo, establezcan los fabricantes, es necesario ponerte en contacto con un experto en servicio de equipos.
Las centrifugas, para su operación normal, requieren un ambiente limpio, libre de polvo que disponga de piso firme y nivelado. Si manejas una centrifuga refrigerada, requiere de un espacio libre en el lado del condensador para que pueda ocurrir una transferencia de calor adecuada. Y sobre todo un mueble adecuado y resistente en el cual puedan guardarse accesorios de la centrifuga. Se debe evitar derrames dentro de esta para que el rotor no quede dañado, limpiar el compartimiento del rotor utilizando un detergente suave.
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Debes comprobar que el mecanismo de acople y ajuste de los rotores se encuentre en buen estado y también debes mantener lubricados los puntos que recomienda el fabricante. Verificar el estado del mecanismo de cierre / seguridad de la tapa de la centrífuga, pues es fundamental para garantizar la seguridad de los operadores. El mecanismo mantiene cerrada la tapa de la centrífuga, mientras el rotor se encuentra girando. Y por último no olvides verificar el estado de los empaques y juntas de estanqueidad.
Este tipo de mantenimiento debe ser mensual, y con minuciosa aplicación ya que cualquier fallo, por más mínimo que sea, puede afectar en gran escala todo tu proyecto. Si requieres de asesoramientos, mantenimiento o calificación de equipos no dudes en contactarnos, Rekner es tu compañero de servicio ideal.